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Equestria Girls: Las Aventuras del Doctor y Derpy

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Capítulo XXI

Pesadillas: Un Sueño Compartido

Derpy abrió los ojos. Estaba en una especie de sótano que no conocía. Le recordaba un poco al suyo por la cantidad de polvo y objetos que había en él, aunque éste tenía mejor iluminación.

-¿Hola?- Preguntó. No se oyó nada más que su eco.

Hasta que resonó una voz en el vacío donde se encontraba.

-¡Corre!

Ella se sorprendió. Creyó estar sola, pero decidió no perder tiempo, así que se movió en la dirección de la que venía la voz. La escuchaba decir cosas sobre plástico vivo y cosas así. Pero era tan familiar para ella. Sentía que la había escuchado antes.

Al fin llegó a la fuente de la voz. Era una bodega llena de maniquíes, y Derpy pudo ver a dos personas ahí.

La primera era una chica rubia de ojos castaños. Debía tener apenas unos 18 años.

Pero el otro individuo era alguien a quien llegó a conocer.

-Por cierto, soy el Doctor. ¿Y tú?- Dijo el hombre de chamarra de piel a la rubia.

-Rose… Rose Tyler.- Ella sonaba sorprendida.

-Un placer, Rose Tyler. ¡Corre por tu vida!- Acto seguido, el Doctor salió por una puerta.

La chica de ojos bizcos entonces lo comprendió: debían ser las memorias del Doctor. Estaba dentro de ellas, y ahora podría averiguar todo sobre el viajero.

Derpy se dirigió a la puerta, con la esperanza de alcanzar al Doctor. Pero al cruzarla no lo vio. Lo que había ahí era un parque. Un hermoso parque bajo la luz de la luna.

Y a lo lejos, un hombre caminaba al lado de otra mujer rubia. Vestía un atuendo algo antiguo, y su cabello era de un color marrón claro.

-¡Gallifrey!- Alcanzó a escuchar la chica de ojos bizcos.- ¡Sí, debe ser donde vivo! ¿Y dónde está eso?

-¡N-Nunca oí de eso! ¿Qué es lo que recuerdas?-Preguntó la mujer.

Derpy no pudo evitar reírse al ver a ese hombre que, obviamente, era el Doctor. Se veía muy inocente y emocionado mientras le relataba a la mujer sobre una lluvia de estrellas que vio con su padre.

Y en un parpadeo,  salió el sol.

Derpy no lograba comprender lo que pasó, pero tras el destello inicial escuchó otra voz que la hizo voltear, tratando de enfocar a la persona que llamó su atención.

-Dime, Ace… ¿Adónde vamos ahora?- Dijo un hombrecito algo gordo que cargaba la misma sombrilla que ella había visto en la caja de su amigo. Agachada frente a él había una joven, probablemente de su misma edad. Por alguna razón le recordó a Rainbow Dash, la mejor atleta de la escuela.

-A casa.- Contestó ella mientras se levantaba.

-¿Casa?

-La TARDIS.

La séptima encarnación del Doctor sonrió.

-Claro que sí.- El la agarró del hombro y empezaron a caminar. Derpy iba a seguirlos, pero escuchó una voz en su cabeza, una que parecía más un pensamiento que algo dicho en voz alta por alguien.

“Hay mundos allá afuera donde el cielo arde, donde el océano duerme y los ríos sueñan, gente hecha de humo y ciudades hechas de canciones. En algún lado hay peligro, en algún lado hay injusticia, y en algún otro lado el té se enfría. Vamos Ace, tenemos trabajo que hacer.”

Derpy no lo dudó: fue un pensamiento que tuvo el Doctor en ese momento particular en el tiempo, y la conmovió casi al punto de llorar. ¿Cómo podría haber dudado de él? Por lo que veía, era un hombre bueno, correcto y cariñoso.

Derpy siguió viendo momentos del pasado del viajero. En uno, un hombre de abrigo multicolor almorzaba con una chica. En otro, un rubio con un apio en la solapa jugaba ajedrez con un chico no mayor que ella. Los recuerdos seguían llegando, y en cada uno veía a diferentes personas que compartían el nombre de su amigo: un sujeto con una bufanda colorida que paseaba en una galería de arte, un hombre mayor de cabello blanco como la nieve ayudando a unos científicos y una persona mayor de cabello negro que tocaba un dueto de flauta y gaita con un chico, al parecer, escocés.

Y entonces llegó al punto más antiguo.

Era un pasillo de apariencia futurista. Un hombre mayor caminaba con tranquilidad, apoyado en un bastón. Derpy lo siguió, cuando una voz los hizo voltear a ambos.

-¡Abuelo!

Una niña de cabello negro como la noche se abalanzó sobre el anciano y abrazó sus piernas. Él la hizo a un lado.

-Perdóname niña, pero creo que me confundes. No soy tu abuelo.

-No, señor. Yo conozco muy bien a mi abuelo.

-Okey niña, déjame decirte que… - El anciano se detuvo de repente para examinar a la niña. Se veía enferma y descuidada. Sus prendas estaban rotas y sucias, y parecía que no comía desde hace mucho.

El hombre suspiró.

-Espera… ¡oh, es cierto! ¡Eres tú! Perdona, mi niña. No te había reconocido.

El anciano procedió a abrazar a la niña. Ambos estaban sonriendo, y Derpy empezó a llorar.

-Querida, ¿me podrías repetir tu nombre? Mi memoria ya no es lo que solía ser.

La niña siguió sonriendo, sin haber notado el comentario absurdo.

-No me gusta mi nombre, pero a veces cuando duermo escucho una voz que me llama “Susan”.

-Susan… es un bonito nombre, querida. Deberías usarlo.

-¡Sí abuelo! ¿Y el tuyo? ¿Ya me lo vas a decir? Nunca lo has hecho.

-¿Mi nombre? –Preguntó él con preocupación, pero pronto volvió a calmarse.- Tampoco me gusta, pero a los demás Timelords les gusta llamarme por mi apodo.

-¿Y cuál es?

La vio directo a los ojos, y Derpy apreció una sonrisa jovial que aparecía en su rostro.

-Me conocen como el Doctor.

La chica de ojos color ámbar los vio caminar por el pasillo hasta que desaparecieron.

No necesitaba saber más.

El Doctor era un buen hombre.

“Creo que es hora de irme, y de disculparme con él por lo que hice”, se dijo.

Pero algo la agarró del brazo, impidiéndole salir de la mente del Timelord.

-Sabes que no debes estar aquí.

Ella volteó aterrada, con la esperanza de ver a quien la estaba sujetando. Se trataba de un hombre alto, de cabello rubio muy claro y sin brillo, como si le hubieran tirado una cubeta de blanqueador. Y en sus ojos se podía notar una gran maldad y desesperación.

-¿Quién eres?

El hombre se limitó a sonreír.

-He tenido muchos nombres, niña. Pero hay uno con el que me conocen y temen a lo largo del Universo.

“Yo soy el Maestro”.
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AngiePeggy2114's avatar
~¡Oh Suspenso!, cruel suspenso, me haces tener insomnio una vez mas~ I think I've fainted.; Continualo (cuando puedas) ¡Me encanta! :happybounce: